24.6.06

INFORMACIÓN Y FOTOS EXCLUSIVAS DEL ESTRENO

Atrás quedó el sabor amargo del estreno postergado del fin de semana pasado, a pesar de la lluvia incesante y del partido de Argentina, hoy sábado 24 de junio fue el estreno de la temporada 2006 de Chiquititas en el Gran Rex y Chiquititas Teatro (http://www.chiquititasteatro.cjb.com) estuvo ahí para contarte todo.
La avenida Corrientes volvió a llenarse desde temprano de vendedores de merchandaising no oficial y los chicos con la bincha de Chiquititas se expandieron por las inmediaciones. A las 14:00 horas, una hora antes del horario estipulado para el comienzo de la función, las puertas del teatro más grande de la Ciudad de Buenos Aires se abrían para que muchos chicos de la nueva generación descubrieran un clásico y otros de la generación pasada se emocionaran al ver que todo volvía a empezar. Es que Chiquititas en el teatro estrena su séptima temporada, justo diez años después de la primera, allá lejos en 1996.
Ya dentro de la sala, los más curiosos miraban cada detalle del escenario. Por los pasillos van y vienen vendedores de merchandaising oficial, que curiosamente no incluye la omnipresente muñeca de Lilí ni un programa especial del espectáculo como todas las temporadas anteriores. En el escenarario, reemplazando al telón, se levantan las paredes de la fábrica de dulces “Demont” (así lo indica el cartel redondo ubicado en la parte superior del escenario), con un ventilador que gira en el centro. En los laterales, dos coloridas estructuras con escaleritas, una de las cuales funcionará como oficina del Señor Demont con su correspondiente sillón y caja registradora. De dicha estructura ubicada a la izquierda del escenario sale el famoso cable (por el cual supuestamente se suspendieron las funciones de la semana pasada), que llega hasta la parte superior del pullman ubicado en el segundo piso. En las escaleras laterales que comunican el escenario con el super pullman hay barriletes (objeto que prepodará a lo largo de todo el espectáculo) con los auspiciantes del show.
Son las 15:00 horas y la función está por comenzar. Unos minutos después, se escuchan algunas publicidades y también grabaciones de los personajes en diversas situaciones, unidas entre sí por un fragmento de la canción de apertura del programa (que los atentos se habrán dado cuenta que es una reversión del clásico “Jugate conmigo” de Cris Morena). El Gran Rex, casi lleno, aplaude expectante. Pasadas las 15:10 horas se apagan las luces y, ahora sí, comienza la función.
La primera en aparecer en escena es Teresita (Mariana Brisky), la torpe ayudante de los Demont, que trae zamarreando a una de las nenas más chiquitas del elenco, que se suma al trabajo insano en la fábrica de dulces donde se encuentran prisioneros el resto de los chicos. Entran a la fábrica y las paredes se corren para dejar ver el interior, espacio en el cual se desarrollará gran parte de la acción del espectáculo. Aparecen todos los personajes (menos Lilí): los chicos que trabajan haciendo dulces, los malvados explotadores Pierre (Alejo García Pintos) y Julita (María Carámbula) Demont, los hijos de ambos y el cocinero Kili (Gastón Ricaud). La protagonista, Lilí (Jorgelina Aruzzi), se demorará un poco en aparecer, pero lo hará mágicamente colgada de una soga de sábanas que cae desde la parte superior del escenario.
La historia, como en todos los espectáculos con la firma de Cris Morena, es sumamente sencilla: los chicos trabajan como esclavos en la fábrica de dulces de los malvados, hasta que llega Lilí para ayudarlos y finalmente salvarlos. Lo que en el show cobra mayor importancia es la seguidilla de cuadros musicales, que incluyen casi todas las canciones del cd, más algunos otros clásicos de Chiquititas, versiones nuevas y hasta una de la temporada 2005 de Floricienta. En cada uno de ellos, los chicos se deslumbrarán con un impresionante despliegue escenográfico, un cautivante diseño de luces, un colorido vestuario, un atractivo diseño coreográfico, grandes efectos especiales y muchas otras sorpresas que cargarán de magia al espectáculo.
A pesar de la postergación y como sucede casi siempre en los estrenos, hubieron algunas fallas durante la función. La primera fue el mal funcionamiento del micrófono personal de Petardo (Stefano de Gregorio), quien fue el primero de los chicos en quedar solo en escena (y hasta bajar a la platea), y que provocó el ingreso de una persona de backstage que le dio un micrófono de mano que en principio tampoco funcionaba. Luego, mientras en la pantalla se proyectaban imágenes que mostraban a Pierre convertido en araña, tenía que subir por delante del escenario una tela de araña gigante que lo cubriría todo, para lo cual dos de los chicos debían enganchar un cable en cada uno de sus extremos; Valeria (Candela Vetrano) no pudo hacerlo con el suyo, por lo que pesar de los intentos de Kili por solucionarlo, la tela de araña finalmente no subió y provocó la rápida salida de escena de Valeria para notificar a la gente de backstage del inconveniente. Otra falla se produjo al final de la canción de apertura del programa, cuando debido a un mal posicionamiento de las máquinas lanza papelitos, una larga cinta de papel metalizado quedó enganchada por un largo tiempo en una de las estructuras de luces del techo de la sala obstruyendo la visibilidad del escenario e interfiriendo en las proyecciones de video. Todos errores mínimos al lado de la catástrofe que podría haber ocurrido si la semana pasada se cortaba en plena función el cable por el que vuelan los personajes sobre el público.
El momento más emotivo fue durante la canción “Había una vez”, que pertenece al primer cd de Chiquititas (y también al de este año), editado durante la primera temporada del programa en 1995, en la que se homenajeó a la versión original de Chiquititas (1995-2001) con la proyección de un compilado de distintos videoclips de canciones de aquella época (entre las que se puede ver un primer plano de su primera gran protagonista, Romina Yan). Y, como si fuera poco, también hay un homenaje a la primera temporada de teatro en 1996 (de la que se cumple una década), que empezaba justamente con esa canción y con un baúl del que la líder de las chiquititas en aquel momento, Mili (Agustina Cherri), sacaba distintos sombreros y los repartía entre las demás chicas. Clara alusión hay en este cuadro, en el que también aparece un baúl mágico del que Lilí saca y reparte entre las chicas su famosa muñeca. Es un detalle que, por supuesto, pasará inadvertido para la mayoría, pero emocionará a los memoriosos que crecieron con la versión original de Chiquititas.
El final también es a pura fiesta, con todos vestidos de gala y con papelitos que inundan el teatro, como tradicionalmente ocurría en cada temporada pasada. Los chicos saludan, los grandes también, y finalmente hacen su ingreso triunfal Lilí y Kili, que vienen volando desde lo más alto del teatro hasta el escenario, provocando la sorpresa de todos los chicos, que ven a sus ídolos pasar por sobre su cabeza. Todos juntos cantan “Volar mejor” y algunos chicos avanzan hasta las escaleras laterales para remontar gran cantidad de coloridos barriletes. Finalmente se vuelven a cerrar las paredes de la fábrica, se encienden las luces del teatro y se observan las sonrisas. Estreno superado.











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